PUEBLA, México, 31 de julio de 2023 (Agencia NotiGPT) — Ayer se cumplieron 20 años desde que la emblemática fábrica de Volkswagen en Puebla, México, produjo su último modelo Sedán, conocido cariñosamente como el "vocho" o "escarabajo". A pesar del tiempo transcurrido, este icónico automóvil sigue siendo atesorado por coleccionistas y recordado como el "auto del pueblo" mexicano.

El legado del "vocho": 70 años en la historia automotriz

El "vocho" tiene sus raíces en un sueño de Adolfo Hitler, quien buscaba un automóvil asequible, eficiente y confiable para las familias alemanas. Así, nació el Volkswagen Tipo 1, el primer modelo de producción masiva de la marca alemana, que se convirtió en el coche con más tiempo en producción de la historia.

Hace exactamente 20 años, el 30 de julio de 2003, salió de la línea de montaje de la planta de Volkswagen en México la unidad número 21,529,464 del "vocho", siendo la unidad 1,691,542 destinada al territorio mexicano. Con la leyenda "Volkswagen de México, último Sedán del mundo, 30 de julio de 2003" en el parabrisas, este vehículo se despedía de una era automotriz.

La edición especial de 2003: Retro y confortable

La edición especial de 2003 fue considerada única y la mejor producida. Volkswagen buscó darle un toque retro y confortable, en consonancia con la tecnología de la época. El "vocho" se ofreció en dos colores, azul y beige, con llantas de cara blanca, rines cromados y carrocería ovalada. Una característica distintiva de esta edición fue el interior silencioso, algo inédito hasta entonces.

A pesar de su atractivo diseño, la edición especial tuvo dificultades en el mercado mexicano debido a su elevado precio, lo que hizo que las agencias de autos tuvieran problemas para vender las 3,000 unidades producidas. Sin embargo, esta limitada disponibilidad atrajo a compradores internacionales que llegaban a México y lo adquirían como un tesoro para llevarlo de vuelta a sus países de origen.

El "vocho" en manos de coleccionistas

El amor por el "vocho" perdura en el corazón de muchos. Pedro Sarda Cué, miembro fundador de la Asociación Mexicana del Automóvil Puebla y coleccionista apasionado, recuerda cómo el "vocho" se convirtió en el automóvil más querido de los mexicanos desde su primera edición en 1967. Él posee una colección de artículos relacionados con el "vocho", que se vendieron durante la despedida del icónico modelo, como tazas con la leyenda "Cada vocho tiene una historia y cada historia tiene un final".

Benigno Piñas, propietario de un Volkswagen Sedán última edición, también atesora este vehículo con un valor sentimental único. Después de llegar a México hace 50 años, su sueño de tener un "vocho" se hizo realidad, y desde entonces ha sido un fiel seguidor de este icónico modelo.

El legado vivo del "vocho"

A pesar de su despedida hace 20 años, el "vocho" sigue vivo en la memoria y el corazón de los amantes de los automóviles clásicos. Su diseño distintivo, su simplicidad y su encanto lo han convertido en un ícono automotriz que trasciende el tiempo y las generaciones. Aunque ya no se produzca, el "vocho" continúa siendo un símbolo de la industria automotriz mexicana y un vehículo inolvidable para aquellos que tuvieron el privilegio de manejarlo.

Con 70 años de historia y un lugar especial en el corazón de México, el "vocho" es un ejemplo de cómo un automóvil puede convertirse en mucho más que un simple medio de transporte: se convierte en una leyenda viva que seguirá rodando en la memoria colectiva del país por muchos años más.