Mérida, Yucatán a viernes 19 de abril de 2024
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Los senadores priistas yucatecos Angélica Araujo Lara y Emilio Gamboa Patrón se frotan las manos para recibir su “merecídisimo” bono de liquidación cuando termine la legislatura en agosto del próximo año.
De hecho, todos los integrantes del Senado recibirán este beneficio, que sale de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos; cada legislador federal recibirá 2.4 millones de pesos como "premio" a su arduo trabajo.
Los senadores del PRI y de todos los partidos satélites que los apoyan están a favor de recibir la millonaria cifra, independientemente de su desempeño como representantes ciudadanos.
En el caso de Angélica Araujo y Emilio Gamboa ni siquiera fueron electos por el pueblo ya que ambos son plurinominales, por lo que realmente se sacaron la lotería sin comprar boleto, ya que a lo largo de cinco años han cobrado 200 mil pesos mensuales y todavía les falta un año más.
Araujo Lara jamás ha realizado una gira de trabajo en Yucatán, simplemente acompaña al gobernador Rolando Zapata Bello en algunas actividades públicas y posa en la foto junto a él.
Como presidenta de la Comisión de Protección Civil abandonó a las decenas de miles de víctimas de los terremotos del 07 y 19 de septiembre pasado; en lugar de estar pendiente de los rescates prefirió descansar en su lujosa casa de Mérida, ubicada al norte de la ciudad.
En cinco años de senadora nunca ha presentado un informe, tampoco apoya a la militancia del PRI y mucho menos al resto de los ciudadanos, pero eso sí, toda su familia quiere seguir mamando del presupuesto público.
Su hermana Liliana contenderá por tercera vez por la alcaldía de Tekantó, y su cuñado Edwin Espadas tiene el sueño guajiro de ser diputado.
Por su parte, Emilio Gamboa, alias #lordarrecife o #lordhelicoptero se la ha pasado de escándalo en escándalo; como si fuera un chavorruco mimado se sube todo el tiempo a helicópteros al servicio del ejército paseando por donde se la da la gana.
Los senadores del PRI se escudan para justificar el exorbitante bono en que “no cuentan con pensión ni jubilación al concluir sus funciones en la Cámara”.
De igual forma dicen que "no es para la persona, es para un soporte de la familia del legislador".
Así que su premio por aprobar las fallidas reformas energética, educativa y hacendaria (que se tradujo en aumentos a la gasolina, la electricidad y los impuestos) será recibir cada uno 2.4 millones de pesos.