El tan esperado regreso de Mexicana de Aviación tras 13 años de inactividad se vio marcado por un giro inesperado en su vuelo inaugural. El Boeing 737-800, con 147 pasajeros a bordo, que partió del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) con destino al recién inaugurado Aeropuerto Internacional de Tulum, Quintana Roo, se vio forzado a aterrizar en Mérida, Yucatán, debido a condiciones climáticas adversas.

El desvío, confirmado por fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se debió a un banco de niebla que dificultó la visibilidad y la aproximación al Aeropuerto de Tulum. La tripulación optó por la seguridad y descendió en la terminal de Mérida para recargar combustible y esperar una mejora en las condiciones meteorológicas.

Este incidente no solo afectó a Mexicana de Aviación, sino que también generó complicaciones para otras aerolíneas, con desvíos de operaciones tanto de despegues como de aterrizajes en distintos aeropuertos de la región, incluyendo Cancún y Tuxtla Gutiérrez.

A pesar de este inesperado cambio de ruta, Mexicana de Aviación logró retomar su vuelo hacia Tulum después de una breve escala en Mérida. El desvío, aunque no previsto, destacó la importancia de la seguridad y la toma de decisiones cautelosas en la aviación, marcando así el comienzo de una nueva etapa para la aerolínea bajo el mando de la Fuerza Aérea Mexicana.