En un dramático suceso acaecido el pasado viernes 13 de enero en Eagle Pass, Texas, una mujer y dos niños, de 7 y 9 años, perdieron la vida al intentar cruzar el Río Grande. La tragedia ha generado fuertes acusaciones hacia el gobierno de Texas, que se ha visto envuelto en un conflicto con la administración federal sobre la seguridad en la frontera.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos recibieron una llamada de socorro del Gobierno mexicano, alertando sobre el peligro de un grupo de migrantes. Sin embargo, funcionarios texanos, bajo la dirección del gobernador Greg Abbott, impidieron físicamente a los agentes el acceso a la zona. El representante demócrata Henry Cuellar denunció que las autoridades texanas no solo ignoraron los llamados de emergencia, sino que también restringieron la entrada de los agentes al área crítica.

Las víctimas, originarias de Honduras, formaban parte de un grupo de seis migrantes que enfrentaron dificultades en el río. A pesar de los intentos de la Patrulla Fronteriza por contactar a diversas dependencias texanas, no obtuvieron respuesta. Los soldados del Departamento Militar de Texas negaron el acceso, incluso en casos de emergencia, y declararon que enviarían un soldado para investigar la situación.

La muerte de la mujer y los niños ha suscitado indignación tanto en México como en Estados Unidos. El presidente Andrés Manuel López Obrador la calificó de "inhumana" y exigió al gobierno estadounidense tomar medidas preventivas. En Estados Unidos, defensores de los migrantes y organizaciones de derechos humanos señalan al gobierno de Texas por endurecer las medidas fronterizas, incluyendo la construcción de un muro, el despliegue de agentes y la polémica política de "tolerancia cero", que ha llevado a la separación de familias migrantes.

La tragedia resalta la crisis migratoria en la frontera, donde, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), el año fiscal 2023 registró un récord de 2 millones 392 mil 034 encuentros de migrantes, de los cuales 1 millón 741 mil 118 buscaban ingresar sin autorización. Este evento ha reavivado el llamado a una reforma migratoria en Estados Unidos, ya que la actual política ha sido criticada por su ineficacia y crueldad.

En medio de esta tragedia, la disputa entre Texas y la administración federal refleja un conflicto más profundo sobre la seguridad fronteriza y las políticas migratorias, subrayando la necesidad de una respuesta humanitaria y cooperativa para abordar los desafíos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de una vida mejor.