Aquí, con vestimenta negra, vemos a la senadora morenista Verónica Camino Farjat sorteando con una tómbola a mil 239 aspirantes a juzgadores.

Antes Verónica ya había sorteado a los jueces que serán despedidos del cargo.

Solo recordar algunas cosas:

En el 2012 el entonces gobernador Rolando Zapata Bello no sorteó la dirección de la CEPREDEY, impuso a Verónica como titular.

En el 2015, Camino Farjat fue aspirante a diputada local por el PRI y tampoco se sorteó su candidatura.

Mismo caso que en el 2018, cuando ganó la senaduría por primera vez gracias al PRI, tampoco fue resultado del azar, sino que fue impuesta tanto por Zapata Bello como por Víctor Caballero Durán.

Esa decisión hizo que Caballero se distancie de su comadre, Celia Rivas Rodríguez, quien quería un escaño en la Cámara Alta.

El año pasado, la candidatura de Verónica al primer lugar de la fórmula por el Senado tampoco fue producto de una insaculación; directamente el CEN de Morena la designó en ese lugar.

El PT y el Verde no querían que la tizimileña Verónica Camino ocupara esa posición en la fórmula, pero a Morena no le importó y aun así la impuso.

Si existe congruencia, esperemos que en el 2027 Morena sortee a los abanderados a diputados locales, federales y alcaldes, y no sean resultado del “dedazo”.

Mismo caso que para el 2030, que por ley una mujer debe ser candidata a gobernadora de Yucatán.

Por coherencia, de entre todas las mujeres que militan en Morena, PT y Verde se haga un sorteo y se elija a la abanderada de la 4T al gobierno de Yucatán.

Esperemos que no se escoja a la aspirante únicamente porque es legisladora federal y “porque ya le toca”.

Que den el ejemplo, así como exigen que en el Poder Judicial los candidatos a jueces salgan de un sorteo, también los abanderados al interior de Morena que sean

elegidos al azar.

El buen juez por su casa empieza.