Pasan los años y la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey) confirma su vocación de ser abogados de los criminales y pandilleros (as) y hacen todo lo posible para que no pisen la cárcel.
La Codhey está muy lejos de ser una institución que defienda a las víctimas, al contrario. Por eso los delincuentes -aun sin tener estudios académicos- conocen muy bien sus derechos y los hacen valer ante este organismo.
A lo largo de los años hemos conocido casos de ladrones, abusadores, estafadores, entre otras fichitas, que cuando son detenidos lo primero que hacen es comunicarse con la Codhey para buscar cualquier error de la policía y liberarlos inmediatamente.
De esta forma, no se le hace justicia a la víctima, porque esta Comisión protege a quienes hacen daño al ciudadano. Así ha sido siempre y así seguirá siendo.
Actualmente la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán es María Guadalupe Méndez Correa, quien ya demostró de qué lado está, y no precisamente de la víctima.