Este martes, la situación en Sisal, una localidad costera del municipio de Hunucmá, Yucatán, se tornó violenta tras un enfrentamiento entre pobladores y fuerzas de seguridad, que incluyeron unos 300 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), junto a la Guardia Nacional, Ejército Mexicano, la Secretaría de Defensa Nacional (Defensa) y Marina.
El conflicto estalló cuando, por segundo día consecutivo, los habitantes del puerto bloquearon el acceso al área, en protesta por lo que consideran un trato injusto hacia las familias locales en la venta de terrenos. La situación se tensó aún más debido a las denuncias sobre el daño al ecosistema de manglares en la zona costera, donde se han producido actividades de remoción de vegetación por parte de los mismos pobladores, en lo que algunos han calificado como ecocidio.
Aproximadamente al mediodía, un fuerte contingente de fuerzas de seguridad llegó al puerto de Sisal para llevar a cabo diligencias relacionadas con la investigación de estos daños ambientales. Sin embargo, la llegada de los oficiales provocó un estallido de violencia. Los manifestantes, que exigen tierras para vivienda y rechazan la venta de terrenos a particulares y extranjeros, arremetieron contra los agentes con piedras, palos e incluso gasolina, tratando de repeler la presencia de las fuerzas de seguridad.
La confrontación se extendió por las principales calles de Sisal, lo que generó un ambiente de caos y alarma entre los habitantes y los turistas que se encontraban en la zona. En medio del conflicto, un grupo de mujeres del pueblo intentó interceder para frenar la violencia y facilitar el diálogo entre los manifestantes y las autoridades.
Aunque la situación estuvo cerca de escalar a un enfrentamiento más grave, las autoridades lograron, finalmente, establecer un canal de comunicación con los pobladores. La tensión persiste, pero hasta el momento, no se han reportado detenciones, y las autoridades continúan con las investigaciones sobre el daño ambiental causado en la zona.