Transeúntes lamentan la falta de criterio de los policías municipales de Mérida responsables de vigilar el tránsito en el centro de la ciudad, ya que nunca dan tiempo para que la gente cruce la calle, pues su única prioridad son los vehículos.

Los ciudadanos tienen que correr para que no los atropellen los coches, pues a los agentes municipales únicamente les interesa que los carros y camiones del transporte público avancen.

Si una persona necesita cruzar la calle se arriesga a ser atropellada, ante la vista y paciencia de los “guardianes del orden”.

Varias personas han reportado a este medio de comunicación la falta de criterio de los policías municipales, quienes aunque ven que cruzan la calle mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, niños y personas con discapacidad permiten que los conductores avienten sus vehículos a los ciudadanos.

Seguramente el Comandante Mario Romero Escalante, director de la Policía Municipal, no está enterado de esta situación, pues nunca permitiría que sus agentes traten de forma tan indigna a los transeúntes.

Tan mal están estos policías que en la Plaza Grande existen semáforos inteligentes que permiten que tanto conductores como transeúntes crucen la calle, lo que representa un ejemplo para todos.

De esta forma, las personas que caminan no se arriesgan a ser atropelladas por ningún vehículo.

En las calles aledañas al mercado Lucas de Gálvez es todo lo contrario, hasta parece que los agentes quieren que los ciudadanos sean aplastados.

Solo basta recordar a los policías que los ciudadanos son los que pagan su jugoso salario, por lo que deberían de procurar su integridad, no ponerla en peligro.