Con las mañanitas a cargo del mariachi "Luz de Luna", originario de esta población, y una misa a las cinco de la madrugada comenzó hoy el final de las festividades en honor a San Antonio de Padua en la colonia San Antonio de Seyé.
Hace más de 40 años la colonia se fundó por quienes vivían en la Hacienda Xukú, una hacienda henequenera que nunca fue dotada de energía eléctrica ni servicios públicos, lo que origino que sus vecinos buscaran mejores opciones de vida.
Algunos de ellos migraron a Hocabá, otros a Mérida y la mayoría se estableció en Seyé a la salida hacía Mérida llevando consigo la fé inquebrantable a su santo patrono: San Antonio de Padua.
Desde entonces, los devotos del santo alternaban las festividades en honor a este cada día 13 de junio, regresaban a la hacienda Xukú ubicada a unos siete kilómetros de Seyé, en donde organizaban novenarios y también hacían lo propio en la colonia donde se habian establecido.
Poco a poco, la dificultad para ir a la hacienda y otros factores hicieron que las fiestas en honor al "santo de los noviazgos", como popularmente se le conoce, fuera tomando mayor relevancia en la colonia del mismo nombre en Seyé.
Los vecinos se organizaron y formaron una agrupación de palqueros, acordaron realizar bailes y corridas de toros y gremios en honor a su santo patrono, por lo que las fiestas fueron creciendo hasta que se consolidaron como la "segunda fiesta" del pueblo ya que la fiesta principal es en honor a San Bartolomé Apóstol en agosto.
Desde hace cinco días se organizan bailes, corridas de toros, novenarios, misas y gremios, pero fue hasta el día de hoy, en el "mero" día del santo cuando se llevaron a cabo los festejos finales.
Las puertas de la pequeña capilla, construida bajo al periodo del Padre Diego O'Horán Pech, quien falleciera hace dos años, abrió sus puertas desde las cuatro y media de la mañana y no las cerrará hasta finalizar con la última misa en la noche.
En lo profano una corrida y un baile popular serán el broche de oro que sellé el final de fiesta.