En redes sociales la priista Jessica Saidén Quiroz se la ha pasado alabando al gobernador electo Mauricio Vila Dosal, de extracción panista, algo que no hizo nunca en campaña para no quedar mal con el PRI.
Son tantos los “cebollazos” (halagos) que la priista le avienta a Vila Dosal que los malpensados creen que lo hace para quedar bien con el ex alcalde de Mérida y obtener chamba en su próximo gobierno.
Quizá hubiera tenido más valor el apoyo de Jessica durante la campaña, ya que ahora no sorprende en lo más mínino que quiera quedar bien con quien ganó las elecciones, ya que el triunfo tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana.
Solo basta recordar que Jessica Saidén le debe su carrera política completamente a Ivonne Ortega Pacheco y a su papá Luis Felipe Saidén Ojeda. Recordemos que del 2010 al 2012 Jessica trabajó directamente con Angélica Araujo, porque fue subdirectora en su polémico ayuntamiento, el peor que ha tenido Mérida.
En el 2012 Saidén Quíroz fue candidata a regidora de Mérida en la planilla del priista Nerio Torres Arcila, quien perdió contundentemente ante Renán Barrera.
Permaneció en el gobierno de Rolando Zapata gracias a las gestiones de Ortega. En la administración de Rolando Jessica fue titular de la Coespo del 2012 al 2015; ese mismo año fue impuesta como candidata del PRI para la alcaldía de Progreso, donde obtuvo histórica derrota.
Como premio de consolación recibió la delegación del CONAFE en Yucatán, donde pasó sin pena ni gloria.
Este año apoyó las campañas de todos los candidatos del PRI y del Verde, pero ahora,se la pasa echándole flores a Vila. No tarda y se afilia al PAN a pesar de que siempre ha dicho ser una orgullosa priista.