Mérida, Yucatán a miércoles 24 de abril de 2024
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Antes que finalice la actual legislatura local (la peor de la historia de Yucatán) la diputada presidente del Congreso del Estado, Celia Rivas Rodríguez, y los legisladores del PRI, junto a sus aliados, votaron en secreto para imponer a Doris Candila Echeverría como consejera del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública (INAIP) por dos años.
Se trata ni más ni menos que de la persona que dejó en el abandono al Refugio de la Mujer cuando trabajó como directora del Instituto Municipal del ramo en la polémica administración de la entonces alcaldesa Angélica Araujo Lara, del 2010 al 2012.
En su momento Doris Candila fue denunciada por incurrir en violencia institucional al violar diversas leyes vinculadas con el acceso de las mujeres a un vida libre de violencia.
Regidoras de oposición de esa administración interpusieron en el 2011 una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) contra ella porque mantuvo cerrado el refugio municipal para mujeres en situación de violencia.
A eso se suma que en el 2013 fue sancionada por la Contraloría del Ayuntamiento de Mérida y como consecuencua fue inhabilitada tres años para ocupar un cargo municipal. Incluso fue multada con 130 mil pesos.
A eso se suma que hace menos de un año un grupo de activistas se manifestó para exigir su destitución como representante de Yucatán del Consejo del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Y por si esto no fuera suficiente la susodicha no tiene para nada el perfil para trabajar a favor de la transparencia, pues no tiene ni los estudios ni la experiencia para ser consejera del INAIP.
Su falsa bandera política siempre fueron las mujeres, y ahora resulta que es promotora de la transparencia.
Doris Candila siempre ha servido al PRI; en el 2007 entró como diputada plurinominal al Congreso del Estado a través de la desaparecida coalición “Todos Somos Yucatán”, aquella que abanderó a Ana Rosa Payán.
Durante tres años obedeció fielmente al PRI, pues votaba como si perteneciera a la bancada del tricolor, aprobó una megadeuda de Ivonne Ortega y aprobó las cuentas de la entonces gobernadora.
Obedecía fielmente las instrucciones que le daban los entonces diputados Jorge Berlín Montero y Gaspar Quintal Parra.
En el 2010, como premio a su servilismo, Doris Candila fue colocada en el Ayuntamiento de Mérida primero como jefa de departamento de la Casa de la Mujer, a los pocos meses este departamento se convirtió en Instituto y el sueldo de Doris se duplicó hasta llegar a 50 mil pesos mensuales. Además de colocar en la nómina a todos sus amigos.
No cabe duda que el PRI sigue burlándose de la sociedad al colocar en cargos públicos a sus cuates como premio a su servilismo, en lugar de darle esos lugares a ciudadanos con la preparación y la capacidad.
Esa fue una de las últimas puñaladas por la espalda que le da Celia Rivas a los yucatecos, veremos a qué más se atreve en los últimos nueve días que le restan para seguir cobrando como legisladora.
Por cierto, tanta vergüenza les dio a los diputados aprobar el nombramiento de Doris Candila que lo hicieron en secreto, así todos lo pueden negar.