El colmo: Celia Rivas se dice víctima del sistema para desmarcarse del PRI
Cuando fue Fiscal Celia Rivas nunca protegió a Emma Gabriela Molina (q.e.p.d.), intentó frenar a Uber en Yucatán, ordenó que se apruebe la deuda de $1500 del Escudo Yucatán, pero ahora dice ser "víctima" para quedar bien con el PAN o con Morena
Fuente: BOLETÍN

Ahora resulta que la ex diputada priista Celia Rivas Rodríguez es víctima del sistema, o por lo menos, eso quiere que los yucatecos pensemos; al parecer, la trillada estrategia de la víctimización es porque todo indica que quiere que la contraten en el próximo gobierno estatal panista o federal morenista, por eso desde ahora se quiere desmarcar de ese instituto político.

A pesar de estar totalmente identificada con Rolando Zapata Bello, Víctor Caballero Durán y de representar los más acedo del PRI, ahora Celia Rivas quiere desmarcarse de ese partido, haciéndose a la víctima.

No olvidemos que en su extensa trayectoria política al interior del PRI ha sido titular de la Prodemefa en el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco, fue la primera mujer en ser fiscal general del estado, fue diputada presidenta del Congreso del Estado. Además, ha sido delegada del CEN del PRI.

Como fiscal general del estado se recuerda el vergonzoso revés que sufrió con la liberación del psiquiatra Enrique Lara González, a quien ella responsabilizó de ser el autor intelectual del homicidio del también psiquiatra Felipe Triay Peniche.

Cuando Rivas Rodríguez cobraba como fiscal general en agosto del 2014 Triay Peniche fue asesinado y descuartizado. Ella inculpó a Lara González y hasta se jactó de decir que “no había crimen perfecto”.

Sin embargo, Enrique Lara fue absuelto; en el Palacio de Justicia Federal, en la colonia Petronila de esta ciudad, el Tribunal Colegiado concedió el amparo a Lara González quedando libre de toda culpa por dicho homicidio.

De esta manera, la justicia federal dejó en ridículo a las autoridades locales, y exhibió a Celia Rivas, quien a fuerza quería culpar a Lara González.

No hay que olvidar que también como fiscal dejó totalmente en el desamparo a Emma Gabriela Molina Canto, aquella mujer que fue perseguida políticamente, encerrada injustamente por defender a sus hijos. Al final fue ejecutada.

Celia Rivas sabía perfectamente que Emma Gabriela corría riesgo porque había recibido muchísimas amenazas, pero no movió ni un dedo para ayudarla. Nunca hizo nada para que Emma recuperara a su hijos.

Asimismo, Celia Rivas permitió que la mamá de Emma Gabriela, Doña Ligia Canto, fuera detenida en Yucatán por la Procuraduría de Justicia de Jalisco; nunca hizo algo por proteger los derechos ni de Emma ni de Ligia.

En el 2016, Celia Rivas operó políticamente en contra de Uber, pues con excepción de los diputados del PAN y de Morena, el resto de las bancadas aprobó un reforma a la Ley estatal de transporte para frenar el crecimiento de Uber en Yucatán.

Celia Rivas fue la responsable de intentar detener la exitosa aplicación en la entidad para beneficio del Frente Único de Trabajadores del Volante, aunque de nada le sirvió porque Uber no solo permaneció en Yucatán, sino que se convirtió en el sistema de transporte privado más solicitado.

Además, Rivas Rodríguez detuvo la aprobación de iniciativas de diputados que no eran del PRI, y se encargó de colocar a sus amigos en cargos públicos, como es el caso de Doris Candila Echeverria, quien a pesar de haber sido denunciada, multada e inhabilitada fue colocada como consejera del INAIP, sin tener la preparación la experiencia para ocupar ese puesto.

Tampoco hay que olvidar que operó políticamente con todas las fracciones parlamentaria para que el Congreso del Estado apruebe la deuda de mil 500 millones de pesos del Escudo Yucatán.

Aún con una carrera politica cuestionada, al servicio toda su vida del PRI-Gobierno, Rivas Rodríguez ahora quiere desmarcarse del tricolor para ver si le toca algo en el PAN o en Morena.