Diputados que defienden granja de cerdos son unos ignorantes: ONG´s
Asociaciones civiles informan que la mega granja de cerdos de Homún entró en desacato al hacer caso omiso a la disposición de una juez federal de paralizar cualquier actividad y sacar a los cochinos de ahí pues ha tenido un mes para retirar a los animales del lugar y no lo ha hecho
Fuente: REDACCION

La mega granja de cerdos de Homún entró en desacato al hacer caso omiso a la disposición de una juez federal de paralizar cualquier actividad y sacar a los cochinos de ahí pues ha tenido un mes para retirar a los animales del lugar y no lo ha hecho.

Lo anterior fue señalado por las asociaciones civiles “Indignación” y “Guardianes de los Cenotes”, quienes además señalaron que a pesar de la disposición de la juez federal de suspender actividades en la granja una comisión de diputados locales acudieron al sitio para avalar y defender la granja.

Los diputados insisten en desconocer o ignorar la determinación del pueblo de Homún, que rechazó la megagranja porcícola a través de una consulta organizada por el propio pueblo maya en ejercicio de su libre determinación. Los resultados de esa consulta se entregaron a la actual legislatura, señalaron representantes de las citadas agrupaciones civiles.

El pueblo de Homún no sólo no ha autorizado, sino que ha manifestado su rechazo a la operación de una megagranja de tales dimensiones en plena zona de recarga del anillo de los cenotes, expusieron.

Vale la pena recordar que los diputados que integran la comisión que defiende la mega granja de cochinos son: Silvia López Escoffié (Movimiento Ciudadano), Karla Franco Blanco (PRI); Miguel Rodríguez Baqueiro (PAN), Leticia Euán Mis (Morena); Harry Rodríguez Botello Fierro (PVEM) y la diputada Milagros Romero Bastarrachea (Movimiento Ciudadano).

Compartimos el comunicado íntegro de Ka’anan Ts’onot – Guardianes de los cenotes y el equipo Indignación sobre el desacato de la mega granja de cerdos y la clara intención del Congreso del Estado por defender la granja.

Hace un par de días feneció el último término que la Juez cuarta de distrito estableció para que la megagranja porcícola que opera en el pueblo maya de Homún termine de sacar a los cerdos que en ella se encuentran.

Al cumplirse el plazo, Ka’anan Ts’onot – Guardianes de los cenotes y el equipo Indignación presentamos ante el Juzgado un incidente de incumplimiento de la suspensión para que se proceda como corresponda, toda vez que la Juez explicó en su resolución del 24 de octubre que el incumplimiento puede dar lugar a responsabilidades penales y civiles que pueden incluir la inhabilitación para ocupar cargos públicos en el caso de las autoridades y expresamente menciona que si es necesario se use la fuerza pública para detener las operaciones de la megagranja porcícola.

Cabe mencionar que la orden de suspensión la decretó la Juez cuarta de distrito desde el 1 de octubre, cuando concedió la suspensión provisional como medida precautoria ante la posibilidad de daños irreparables en el amparo presentado por seis niños y niñas de Homún cuyo derecho a la salud, al medio ambiente sano se vería afectado por la operación de la granja

El 9 de octubre la Juez cuarta de distrito reiteró la medida al conceder la suspensión definitiva –en tanto se resuelve el amparo– después de una inspección judicial a la megagranja porcícola. El 24 de octubre, al reiterar dicha suspensión, explicó precisamente a qué se refiere con paralizar actividades. La megagranja porcícola ha tenido un mes para retirar a los cerdos del lugar y no lo ha hecho. Lleva un mes en desacato.

En pleno desacato, respaldando la violación al mandato judicial en el que incurre la empresa, una Comisión de diputados y diputados que parece maniobrar a favor de la empresa porcícola, visitó las instalaciones el pasado lunes y expresó opiniones favorables a la operación de la megagranja.

Las y los diputados insisten en desconocer o ignorar la determinación del pueblo de Homún, que rechazó la megagranja porcícola a través de una consulta organizada por el propio pueblo maya en ejercicio de su libre determinación. Los resultados de esa consulta se entregaron a la actual legislatura. El pueblo de Homún no sólo no ha autorizado, sino que ha manifestado su rechazo a la operación de una megagranja de tales dimensiones en plena zona de recarga del anillo de los cenotes.

Si bien la Juez, ante el incumplimiento, fijó de nuevo un plazo para que la megagranja detuviera operaciones, el cual venció ayer, la empresa ya se encontraba en desacato. No se puede, entonces, entender la visita de las y los diputados sino como una maniobra de la empresa para burlar la determinación judicial y la decisión del pueblo de Homún.

La insistencia del Congreso en ignorar la determinación del pueblo de Homún, muestra un absoluto desdén y desconocimiento de los derechos del pueblo maya que pone en riesgo, no sólo a Homún, sino a todo el pueblo maya de Yucatán. El Congreso del Estado parece burlarse de la autoridad judicial, al participar en una visita a una granja cuyo funcionamiento implica UN DESACATO a la juez cuarta de distrito y una maniobra tramposa de la empresa para desobedecer la orden judicial.

La empresa,  por su parte, recurre a prácticas ominosas. Los Guardianes de los Cenotes denunciamos enfáticamente a representantes y dueños de la empresa que han acusado a “cenoteros” de haberles pedido millones de pesos. Al señor Ricardo Díaz, que lo ha dicho y reiterado, le exigimos decir quién dicen que les extorsionó e interponer la denuncia correspondiente, pues no es posible cobijarse en la impunidad de quien sugiere pero no concluye su afirmación ni señala ni prueba. Difamaciones y calumnias que no se concretan pero que resultan en una de las prácticas más deleznables que, lamentablemente, se utilizan con frecuencia en contra de los pueblos indígenas que defendemos el agua, la tierra y el medioambiente, tal como ha señalado la Relatora de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas.

Es preciso recordarles que el pueblo de Homún, como pueblo maya, tiene derecho a la libre determinación, a decidir sobre nuestro territorio y sobre cualquier proyecto que pretenda desarrollarse en él, más aún cuando se trata de actividades que tienen o pueden tener un impacto directo en nuestro pueblo. nuestra forma de vida y nuestros recursos naturales y los espacios con los que