No cabe duda que el sello de un gobernante priista es endeudar y joder al pueblo, tal como lo hicieron Ivonne Ortega Pacheco, Angélica Araujo Lara y más recientemente Rolando Zapata Bello.
Ayer, el gobierno que encabeza Mauricio Vila Dosal informó que Zapata Bello dejó un boquete financiero por casi dos mil millones de pesos pues en 9 meses gastó el presupuesto de un año entero y dejó a la actual administración sin un quinto.
Exactamente lo mismo ocurrió con Ivonne Ortega Pacheco cuando fue gobernadora y endeudó a Yucatán por miles de millones de pesos, y Angélica Aarujo Lara que le bastó dos años para dejar en ruinas a Mérida.
En cinco años Ivonne Ortega no realizó ni una sola obra con recursos propias, las pocas obras que realizó las hizo mediante deudas, y además ni siquiera fueron de buena calidad, como la remodelación de las calles del centro histórico de Mérida, que quedaron horribles.
Además, empezó a construir dos hospitales en el interior del estado y los dejaron a medias, afectando la salud y la vida de miles de yucatecos. Eso sí, el dinero sí lo gastó.
Además, con recursos del pueblo le pagó a Televisa para promocionar su imagen a nivel nacional, pues tenía complejo de “artista”.
Por su parte, Angélica Araujo Lara gobernó solamente dos años, pero en ese tiempo jodió a Mérida, pues además de solicitar una deuda, realizó obras de pésima calidad, mandó golpear a las personas que se oponían al paso deprimido el 04 de julio del 2011, oscureció la ciudad al cambiar las luminarias, no le pagó a las empresas recolectoras de basura y el municipio se llenó de residuos sólidos, abandonó parques y jardines, le debió millones de pesos a proveedores, gastó millones de pesos en construir el mercado de “La Pepita”, que al ser un peligro para la gente nunca abrió.
Pero eso sí, trajo con dinero de los impuestos a Juanes y a Shakira.
Curados de espanto ya están los yucatecos con estos tres sombríos personajes, que pasarán a la historia como los peores gobernantes que ha tenido Yucatán.