Los veletas del año: Jéssica Saidén, Celia Rivas y su esposo Fernando Cervera
En esta primera parte de la lista de los "coox virar" incluimos a tres personajes que "amaban" al PRI, pero en cuanto este partido perdió la gubernatura por arte de magia se volvieron panistas
Fuente: REDACCION

En esta primera parte de la lista de “veletas” del año incluimos a Jéssica Saidén Quiroz, Celia Rivas Rodríguez y su esposo Fernando Cervera Pardenila “Quity”, quienes después de haber sido operadores políticos del PRI y haber pedido el voto por ese partido se pasaron al gobierno panista con tal de tener chamba.

Como todos saben Jéssica Saidén le debe su carrera al PRI, muy específicamente a Ivonne Ortega Pacheco quien fue su madrina política.

Gracias al PRI Jéssica fue subdirectora en el Ayuntamiento de Angélica Araujo Lara, luego fue candidata a regidora en la planilla de Nerio Torres Arcila (perdió), posteriormente fue funcionaria en el gobierno de Rolando Zapata Bello.

En el 2015 hizo el ridículo de imponerse como candidata a la presidencia municipal de Progreso, sin ser vecina de esa localidad, y por su culpa el PRI tuvo histórica derrota en la que era considerado su bastión. Desde ese entonces el tricolor no ha vuelto a ganar en ese importante puerto.

Como premio de consolación fue designada delegada del Conafe donde cobró dos años y medio hasta que renunció para ser candidata a diputada federal plurinominal por la alianza PRI-Verde, pero debido a la pésima votación de esos institutos políticos Jéssica no alcanzó lugar en la Cámara Baja.

Como buena veleta inmediatamente se cambió de partido político con tal de seguir prendida del erario, ya que jamás en su vida ha trabajado en la iniciativa privada.

Lo mismo podemos decir de Celia Rivas y su esposo Fernando Cervera, quienes le deben al PRI muchos cargos públicos; aunque a ella no la designaron en ningún puesto en el gobierno su marido permanece como director general CECYTEY, donde lleva seis años cobrando exorbitante sueldo.

En septiembre pasado fue ridículo leer cómo Celia Rivas se quejaba de que el PRI la “bloqueó” por ser mujer, cuando tuvo muchísimos puestos gracias a ese instituto político. Prácticamente 20 años viviendo del erario.

Pero lo más gracioso fue leer quejarse del PRI casualmente cuando terminó su periodo como presidenta del Congreso del Estado; ya que mientras cobró cada centavo como legisladora jamás dijo nada.

En otras palabras, mientras cobraba en puestos públicos el tricolor era un partido excepcional, pero cuando le “cerraron la llave” el PRI se volvió un partido “machista”. Ver para creer.