Víctor Caballero tuvo el descaro de regresar a la política
Luego de haber propinado al PRI la peor derrota electoral en 20 años, Víctor Caballero "Lord Crecicuentas" se asomó en la Casa del Pueblo; lucía desalineado y con el rostro desencajado
Fuente: REDACCION

El gran perdedor de las elecciones pasadas, Víctor Caballero Durán, mejor conocido como “Lord Crecicuentas” tuvo el descaro de pararse en la Casa del Pueblo, luego de haber hundido la votación del PRI en Mérida, al obtener el porcentaje más bajo de sufragios para el tricolor en los últimos 20 años.

Ayer, durante la inscripción de la planilla única para integrar el Consejo Político del PRI, se asomó Víctor Caballero Durán luego de muchos meses de estar escondido en su casa por la vergüenza de haber sido aplastado por el PAN en las urnas.

Se le veía completamente desaliñado, con el rostro desencajado, todavía triste, como si no hubiera superado que perdió, a seis meses de haber vivido y haber propinado al PRI una derrota histórica, pues ni Nerio Torres tuvo una votación tan baja.

Prácticamente a ningún priista emocionó ver a “Lord Crecicuentas”, pues todos saben que es una persona muy poco accesible; de hecho cuando fue secretario de estado (primero secretario de Gobierno y luego de Educación) siempre andaba como un staff enorme, que no lo tiene ni el Presidente de la República.

En los cinco años que disfrutó del poder, gracias a su gran amigo Rolando Zapata, estuvo rodeado siempre de un grupo de empleados (todos pagados por el pueblo) entre los que se encontraban sus secretarios particulares, asistentes, fotógrafos, camarógrafos, voceros, guaruras, solo le faltó maquillista y peinador.

Era una persona sumamente difícil, el menos accesible de todos los funcionarios públicos; ahora, como es nadie, sí está dispuesto a tomarse la “selfie” con los militantes, pero ya nadie quiere.

Todos recuerdan que en la Secretaría de Educación hizo y deshizo a su antojo, bloqueó a muchísimos maestros que no eran amigos suyos, incluso, al día de hoy cientos de profesores permanecen con contratos luego de años de dar clase.

Pero también otorgó inmerecidos premios a sus lambiscones, como Roberto Bustillos Madera, quien además de haber cobrado muchos años como director de planeación en la Segey le regaló plaza de docente “investigador” a pesar de no tener ni los estudios en Educación, ni la experiencia como maestro y mucho menos como “investigador”.

Hoy Roberto Bustillos sigue disfrutando de plaza de maestro en la Escuela Normal de Dzidzantún, donde nadie se mete con él; esa es parte de la herencia de Víctor Caballero por la administración pública; luego se pregunta porqué perdíó.

Eso sin contar el escándalo por el fraude del que fueron víctimas muchísimas familias yucatecas a manos de Crecicuentas, donde él era socio, y que hasta ahora no se ha podido resolver.

Por más que intentó desmarcarse de Crecicuentas, las víctimas, y mucha gente, piensan que tuvo algo que ver.