Con total desfachatez, el dueño de un pequeño restaurante ubicado frente al Hospital del IMSS T1, al oriente de Mérida, colocó dos tambos llenos de cemento con la finalidad de evitar que los carros se estacionen ahí, algo que está prohibido, pues nadie puede utilizar conos o cualquier otro objeto para reservar espacio en la vía pública, como hizo este sujeto.
Un usuario compartió a este medio de comunicación la imagen donde se observa que el propietario de la fonda ubicada frente a la T1 se cree dueño de la calle, pues puso dos grandes tambos, impidiendo a los coches estacionarse en la orilla de su local, y ni siquiera es franja amarilla, de manera tal que cualquier automóvil tiene derecho a permanecer ahí un rato.
Vale la pena indicar que nadie puede apartar espacio en la vía pública, por ello la persona que compartió esta imagen espera que las autoridades correspondientes hagan algo al respecto, porque nadie está por encima de la ley.