Mérida, Yucatán a jueves 25 de abril de 2024
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El diputado plurinominal del Partido Verde Ecologista, Harry Gerardo Rodríguez Botello Fierro, ya está igual que sus compañeras de Movimiento Ciudadano, pues ya acumula varias faltas consecutivas, y todas con justificación, lo que significa que no se le descontará el día.
El legislador local, quien ni siquiera es yucateco, ya faltó a las últimas tres sesiones del Congreso del Estado, incluyendo las dos solemnes y la de ayer pero como siempre mete justificación a la Mesa Directiva su dieta permanece intacta: 90 mil pesos al mes.
Como se sabe, Harry Rodríguez Botello llegó hace casi 10 años a Yucatán, directamente de la Ciudad de México, a servirse con la cuchara grande, pues desde que arribó a la “tierra del faisán y el venado” se convirtió en presidente estatal del Partido Verde y en diputado local, o sea, cobrando doble sueldo, como lo hace actualmente.
De hecho, el Partido Verde en Yucatán es un “club de Toby” donde los cuates se reparten los cargos de elección popular plurinominales porque jamás han ganado en las urnas una diputación local o federal.
Y por cierto, quienes se reparten como si fuera un botín estos cargos son puros foráneos, porque ninguno es yucateco. Tampoco incluyen mujeres, ya que nunca una dama ha sido diputada del Partido Verde en Yucatán. Pareciera como si las odiaran.
Esta es la segunda vez que Harry Rodríguez Botello se autodesigna diputado estatal plurinominal. La primera vez fue en la legislatura 2012-2015.
Incluso Harry regaló a su cercano amigo y ex asistente Andrés Fernández del Valle Laisequilla una diputación federal.
Aunque también es chilango, Andrés Fernández entró a la lista de legisladores plurinominales representando a Yucatán, pero jamás pisó esta entidad en tres años pese a que cobraba 200 mil pesos mensuales.
Eso confirma nuestro dicho de que el Partido Verde es un club de amigos que no les interesa en lo más mínimo el medio ambiente, solo se reparten los cargos plurinominales, porque hasta eso, jamás hacen campaña.
Simplemente esperan a que las autoridades electorales los citen para entregarles sus nombramientos de diputados. Así de conchudos son.
Es el caso de Enrique Febles Bauzá, el anterior legislador por el PVEM, quien pasó sin pena ni gloria por el Congreso del Estado.
Por cierto los diputados del Partido Verde son un simple satélite de PRI, ya que obedecen al pie de la letra la indicación que les da el presidente del Poder Legislativo, que en los últimos 11 años ha sido priista.
Lo único que hacen es levantar el dedo cuando se lo indica el presidente de la Junta de Gobierno del Congreso.