Mérida, Yucatán a viernes 19 de abril de 2024
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No cabe duda que Rolando Zapata Bello no tiene un pelo de tonto, pues cuando gobernó se encargó de blindarse muy bien, pensando en la posibilidad de ser investigado cuando concluya su polémica administración, tal como sucedió.
Por eso propuso en su momento a Mario Can Marín como auditor superior del estado, y a José Enrique Goff Allioud como primer vicefiscal anticorrupción, de quien hablaremos en esta nota.
La anterior legislatura del Congreso del Estado aprobó por unanimidad la designación de ambos sujetos, quienes deben investigar ahora las 31 denuncias en contra de la administración pasada, por presuntas irregularidades que ascienten a 533 millones de pesos.
José Enrique Goff Allioud tenía apenas un año cobrando como presidente de la Codhey cuando fue propuesto por Rolando Zapata Bello como vicefiscal anticorrupción, razón por la cual renunció al primer cargo.
A pesar que muchísimas asociaciones civiles estaban en contra de la designación de Goff como “zar estatal anticorrupción”, el Congreso del Estado aprobó por unanimidad la propuesta de Zapata Bello.
José Enrique Goff apenas tiene un año cobrando como vicefiscal y deberá ahora investigar las denuncias en contra de su padrino político, Rolando Zapata Bello, y demostrar que de verdad está del lado del pueblo, y no de los poderosos.
Vale la pena aclarar que tanto el auditor superior del estado como el vicefiscal anticorrupción fueron aprobados por los diputados del PAN, que en ese entonces eran Raúl Paz Alonso (hoy senador plurinominal); Josué Camargo Gamboa (hoy funcionario municipal y aspirante a la presidencia del Comité Municipal del PAN); Elías Lixa (hoy diputado federal); Rafael Montalvo (hoy alcalde de Ticul), Manuel Díaz Suárez (diputado reelecto), Beatriz Zavala Peniche, Manuel Jesús Argáez Cepeda y Moisés Rodríguez Briceño (hoy funcionarios estatales).
Esa fue la orden que dio Celia Rivas Rodríguez, entonces presidenta del Congreso del Estado, y los diputados panistas obedecían sin chistar.
Yucatecos esperan que no ocurra lo mismo que pasó con la “Casablanca”, cuando el entonces presidente de México Enrique Peña Nieto designó a Virgilio Andrade Martínez para que investigue el caso.
Al final Virgilio Andrade dijo que “todo estaba muy bien”, y por lo mismo exoneró a Enrique Peña Nieto y a su esposa, Angélica Rivera, algo que el pueblo de México jamás perdonó al ex mandatario federal priista.