Ya salió el peine, la incongruente ex gobernadora priista Ivonne Ortega Pacheco ya explicó el motivo de su regreso a la política: aspira a ser presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional, y exprimirlo como le hizo a Yucatán.
Y como siempre ha hecho, a través de un madruguete, se adelanta a sus contrincantes pues hoy anunció en sus redes sociales que sueña ahora con ser la dirigente nacional del tricolor, la tercera fuerza política del país.
Quizá la militancia olvida que cuando no salió favorecida con la candidatura del PRI a la Presidencia de México mandó a todos al carajo y se fue a vivir un año a Europa, concretamente a Inglaterra y a España, donde “estudió su doctorado”.
Aunque “juró” que iba a apoyar al PRI en el pasado proceso electoral, la realidad es que mandó al diablo a ese instituto político y se fue a dar la gran vida al “viejo continente”. Ya que pasó todo regresó exigiendo nuevos puestos.
Hay que recordar que la derrota de varios candidatos en Yucatán se debe a que los asociaron con ella, siendo el caso más dramático, el de Mauricio Sahuí Rivero, quien por más que intentó desmarcarse de ella no lo logró.
Lo mismo le pasó a Vida Gómez, quien fue candidata del PRI a la diputación del segundo distrito estatal; nunca pudo quitarse la etiqueta de ser gente de Ivonne Ortega y eso la hizo perder en las urnas.
En caso que su nuevo sueño guajiro se realice estas serán las tareas que Ivonne realizaría, las cuales son de risa loca.
1.- Retomar la tierra. Y vaya que doña Ivonne sabe mucho de tierras; según varios medios de comunicación, ella y su familia se hicieron de muchas hectáreas en el estado. Incluso su sobrino Cornelito (apenas un niño) es dueño de cientos de hectáreas.
2.- Buscar la reconciliación entre los priistas. Suena gracioso cuando lo dice, porque ella fue quien se peleó con todos los liderazgos de su instituto político cuando soñaba con ser candidata del PRI a la Presidencia.
El hecho de haber tenido problemas con todos fue lo que terminó de hundir su fallido proyecto político.
No cabe duda que Ivonne se dispone a hacerle al PRI Nacional lo mismo que le hizo a Yucatán: destruirlo.
No nos sorprendería que esta sea únicamente una manera de chantajear a su partido político para que le den en el 2021 más espacios, comenzando con una diputación plurinominal, como la que recibió en el 2015.