Un momento bastante incómodo fue el que pasaron la todavía secretaria estatal de Turismo, Michelle Fridman Hirsh, y el alcalde panista de Progreso, Julián Zacarías Curi durante la instalación de la Comisión Especial de Impulso al Turismo, evento realizado en Mérida.
Decimos que fue un momento muy incómodo porque hace apenas una semana la funcionaria estatal declaró a la prensa que “era mejor borrar del mapa al puerto de Progreso y volverlo a construir”, declaraciones que seguramente no gustaron al presidente municipal de esa localidad.
Ese desafortunado comentario lo dijo para dar a enterder que todo está mal en ese puerto, por lo que es mejor desaparecerlo para luego volver a levantarlo. Esa declaración le valió muchas críticas negativas a la funcionaria, incluso no faltó quien pida que sea declarada persona “non grata” en esa localidad.
Ante esas palabras Julián Zacarías se mostró muy pasivo, sin ganas de responder a la secretaria de Turismo, pues cuando fue cuestionado por los medios de comunicación dijo que “no le consta que Michelle de verdad haya declarado eso”.
Prácticamente el primer edil de Progreso insinuó que los medios de comunicación inventaron la información para no molestar a la citada secretaria y al gobernador Mauricio Vila.
Lejos de defender el honor de los progreseños, Julián Zacarías escondió la cabeza en la tierra como las avestruces, como se ve en esta foto, donde queda claro que no puede ni sostener la mirada.
De hecho, nos informan que se saludaron de manera muy fría, solo por educación, y evitaron cruzar miradas; ni siquiera intercambiaron palabras.
Como se sabe, Julián Zacarías toda su vida fue priista, pero en el 2018 el PAN lo abanderó para ser candidato a la alcaldía de Progreso y la ganó.