Repudio absoluto hacia los diputados plurinominales es el que sienten los ciudadanos en general, luego de un ejercicio de cinco días realizado en nuestras redes sociales, donde el 100 % de los yucatecos manifestó su enojo a la existencia de los denominados legisladores “de representación proporcional”.

Durante cinco días los ciudadanos externaron a través de las redes sociales de este medio de comunicación su completo desacuerdo a la existencia de los “pluris”, ya que no fueron electos por el pueblo y por lo mismo no tienen ningún compromiso con la gente, pues no visitan el estado y no presentan iniciativas de importancia para la sociedad. Simplemente esperan la quincena para cobrar su jugosa dieta.

Miles de voces solicitaron que desaparezcan los 10 diputados plurinominales de Yucatán y que permanezcan únicamente los 15 legisladores que fueron electos por el pueblo, uno por distrito, y que se hagan responsables de atender su demarcación.

Pero imagínense, si ni los diputados que fueron electos en las urnas recorren su distritos, mucho menos van a salir a las calles los 10 plurinominales que le deben el cargo a la cúpula de su partido político, como pago de favores.

Son plurinominales los panistas Rosa Adriana Díaz Lizama, Kathia Bolio Pinelo y Miguel Rodríguez Baqueiro; el verde ecologista Harry Rodríguez Botello, el perredista Alejandro Cuevas Mena; Silvia López Escoffie (de Movimiento Ciudadano); Luis Aguilar Castillo (de Nueva Alianza) y los diputados de Morena Fátima Perera Salazar, Luis Loeza Pacheco, Leticia Euán Mis.

Cada diputado cobra 90 mil pesos mensuales, eso sin contar las veces que reciben alguna cantidad “bajo el agua” por aprobar alguna iniciativa importante; además, los coordinadores de bancada reciben una cantidad extra.

Y si se enferman consultan en las clínicas privadas más caras de la ciudad, ya que tienen seguro de gastos médicos mayores; nunca se van a parar en el IMSS, ISSSTE, y o en el Hospital O' Horan.

En el Congreso del Estado no llegó la austeridad, pues los 25 diputados que lo integran siguen disfrutando de privilegios como si fueran reyes; pues sabemos que no tienen ninguna obligación, más que la de asistir a las sesiones de comisiones y de pleno.

Pero si no asisten no pasa nada, ya que basta con justificar su asistencia para que no les descuenten el día. Precisamente los más faltistas son los plurinominales, como la panista Kathia Bolio, el verde ecologista Harry Rodríguez Botello, y Silvia López Escoffie, de Movimiento Ciudadano; incluso, estos dos últimos además de ser diputados son los presidentes estatales de sus respectivos partidos políticos, por lo que cobran por doble vía. Así o más gandallas. 

Si por primera vez en su vida los diputados quieren hacer algo bueno podrían comenzar legislando para que se reduzca el número de plurinominales, o en el mejor de los casos para que los 10 legisladores de representación proporcional desaparezcan.

Si desaparecieran los “pluris” el estado se ahorraría al año 11 millones de pesos, recursos que bien podrían destinarse a obras públicas, becas, apoyos, etcétera, en lugar de estar manteniendo a políticos vividores que siempre quieren estar mamando del erario.

(En la foto que ilustra esta nota aparecen Rosa Adriana Díaz y Luis Aguilar Castillo)