Este 2019 se cumplen 500 años del arribo del capitán Hernán Cortés a la Isla de Cozumel; fue un hecho que cambió el rumbo de la historia universal; son varios los historiadores que han escrito y siguen escribiendo sobre sus pasos por América.

A su llegada a la isla, Cortés mandó a destruir los ídolos que se adoraban, al igual que los adoratorios para posteriormente pintarlos de blanco con cal y en el lugar colocó una gran cruz y la imagen de María Santísima, una costumbre que haría en todo su recorrido hasta llegar a Tenochtitlán.

La historia tiene varios matices; uno de los que acompañó, convivio y participó en la Conquista fue el capitán e historiador Bernal Díaz de Castillo quien luego escribiera la Historia -a la que él llamó- la verdadera de la Conquista en La Nueva España, este hecho cambió el rumbo de la historia universal.
 

En sus escritos Bernal Díaz de Castillo narra cómo el conquistador conoció el 15 de Marzo de 1519 a la mujer a la que llamaría la Malinche o Doña Marina, quien luego fuera luego su intérprete.

Explican que fueron a ver al conquistador “muchos caciques y principales de Tabasco que le trajeron un presente en oro, que fueron cuatro diademas, unas lagartijas, dos como perrillos y orejeras, cinco anades, dos figuras de caras de indios. Este presente no fue nada en comparación con las veinte mujeres, y entre ellas una excelente mujer que se dijo llamar Doña Marina".

Por cierto estas veinte mujeres fueran las primeras cristianas bautizadas en la Nueva España.

Bernal Díaz de Castillo relata que Doña Marina como era de buen parecer y desenvuelta se la dio a Alonzo Hernández Puerto, eso no impidió que Cortés y Doña Marina tuvieran un hijo al que llamaron Martín Cortés.

Doña Marina era cacica e hija de grandes señores de pueblos y vasallos, su padre y madre eran señores y caciques; cuando muere su padre, la madre se volvió a casar y tuvo un hijo; con su nuevo esposo acordaron que el nuevo hijo  sería el cacique.

Para justificar ante el pueblo la desaparición de la Malinche en ese entonces se muere la hija de una esclava y la hicieron pasar por ella, así que la madre de la Malinche se la regaló a los indios de Xicalanco, estos a su vez se la dieron a los de Tabasco y ellos se la obsequiaron a Cortés.

Ya en el año de 1523 después de la Conquista de México, en Guazacualco, doña Marina mandó a llamar a su madre y hermano quien ya eran cristianos, la madre se llamaba Martha y el hermano Lázaro, estos al reconocerla se pusieron a llorar, Doña Marina les externó que no temieran, en cambio les dio oro y mucha ropa, además del perdón.

Díaz del Castillo narra entre otros sucesos como los tlaxcaltecas eran sometidos con mucha crueldad por el emperador Moctezuma, no sólo tenían que pagar tributos, los obligaban a otorgar hombres, mujeres y niños para que sean sacrificados,  y vieron en Hernán Cortés un aliado, de la misma manera, el cronista nos narra cómo los tlaxcaltecas engordaban a seres humanos, para que luego los sacrifiquen y comieran carne humana, costumbre que quedó prohibida.

A pesar del tiempo el nombre de Hernán Cortés sigue causando grandes polémicas.