Elecciones internas en el PRI Yucatán ¿farsa o democracia?
Este domingo los priistas yucatecos elegirán al presidente estatal de su partido; las opciones son Pancho Torres Rivas y Diego Lugo
Fuente: REDACCION

Mañana domingo 07 de abril se realizarán los atípicos comicios internos en el Partido Revolucionario Institucional para elegir al nuevo presidente del Comité Estatal de Yucatán; los militantes podrán elegir entre Diego Lugo Interián y Francisco Torres Rivas, quien hasta hace pocos meses cobraba como presidente del Comité Municipal del PRI en Mérida.

Decimos que son unos comicios atípicos porque el PRI jamás realiza elecciones para elegir a ningún dirigente partidista, ni municipal, ni local o federal; sin lugar a dudas, este mecanismo de selección de presidente es pura faramalla para hacer creer a la población que es un partido democrático, pero a la gente ya no la llevan al baile.

Da la enorme casualidad que el Revolucionario Institucional únicamente realiza elecciones internas cuando es oposición (como ocurrió del año 2000 al 2012); como ahora el tricolor se encuentra en la peor etapa de su historia quieren hacerle creer a los yucatecos que sí escucha a los militantes cuando nunca es así.

Ahora resulta que la opinión de los priistas es muy importante para la cúpula. Ya se les olvidó que mientras fueron gobernadores Ivonne Ortega Pacheco y Rolando Zapata Bello jamás se le pidió su opinión a los militantes.

Por decir un ejemplo muy sencillo, Ivonne Ortega impuso a su comadre Angélica Araujo primero como diputada federal, luego como alcaldesa de Mérida y de último como senadora, y jamás le preguntó a la militancia si estaba de acuerdo.

Con Rolando Zapata Bello existen ejemplos también muy fáciles: impuso en el 2015 y 2018 candidatos para las alcaldías de Valladolid y Progreso (que eran sus bastiones) perdieron dramáticamente y hasta el día de hoy el PRI no ha vuelto a gobernar en esos importantes municipios y quizá nunca vuelvan a gobernarlos.

Ahora que están a punto de desaparecer los priistas se dan sus aires de muy democráticos, cuando solo quieren taparle el ojo el macho.