Luego de un mes de vacaciones regresan a trabajar los 25 diputados locales de Yucatán, la mayoría de los cuales no se paró en sus oficinas del Congreso del Estado a lo largo de las cuatro semanas en las que descansaron.

Oficialmente los legisladores estatales de Yucatán se convierten en los más flojos de México, pues son los únicos en todo el país que mandaron al diablo sus obligaciones legislativas para irse de vacaciones, en lo que ellos llaman “receso”.

En ese periodo el Poder Legislativo organizó dos o tres sesiones de comisión, pero solo “para tapar el ojo al macho”, ya que esas juntas a duras penas tardaron 15 minutos y lógicamente no se resolvió ningún problema de los ciudadanos.

Mañana los 25 flojos que cobran como legisladores estatales regresan a trabajar pues tienen sesión ordinaria de Pleno, y retornan a sus oficinas en el Congreso del Estado luego de 30 días de ausencia.

Vale la pena recordar que los diputados tienen un sueldo de 90 mil pesos mensuales, más vales de gasolina y demás privilegios, aunado al hecho de que ganan sus “extras” “bajo el agua”, como se dice vulgarmente.

Es necesario indicar que esas vacaciones no las tuvo ni el presidente de México ni le gobernador ni los alcaldes; para ausentarse de su trabajo 30 días se necesita carecer de vergüenza, moral, ética y valores.

Eso sí, su sueldo lo cobraron de manera puntual, y la mayoría de nuestros diputados ya está pensando en brincar a otro cargo público.