Hace siete años dejó de ser gobernadora, pero hasta el día de hoy los yucatecos siguen resintiendo las decisiones de Ivonne Ortega Pacheco, quien dejó una deuda de 2,081 millones de pesos en el Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado.

Prácticamente borró el futuro de los jubilados, pensionados y trabajadores del gobierno estatal; según la actual administración, en el 2021 estará totalmente quebrado el Isstey. Y no vemos cómo Mauricio Vila evitará la catástrofe financiera que está a la vuelta de la esquina.

Durante la gestión de Rolando Zapata Bello nunca se dijo que el Isstey se encontrara en quiebra. Por el contrario, el ex gobernador ocultó la situación de esa dependencia.

De hecho, Rolando protegió totalmente a su antecesora y ex jefa, ya que jamás fue expuesta, investigada y mucho menos sancionada. Zapata Bello asumió el costo político del estado en que se encontraban las finanzas de la administración pública.

Ahora con el panista Mauricio Vila Dosal salen a relucir varios casos de corupción, pero los ciudadanos no vemos que se investigue a los responsables de arruinar al estado.

Lo que Vila ha hecho es culpar a los ex gobernadores priistas, pero de una simple acusación mediática no ha pasado, ya que legalmente no pesa ninguna denuncia sobre sus antecesores.

Vila se ha limitado a “pasarle la bolita” a Ivonne y Rolando para lavarse las manos, pero hasta ahora nadie ha sido sancionado por quebrar el Isstey.

Pareciera que existe una complicidad para proteger a los ex mandatarios, quienes seguramente están muy tranquilos disfrutando de la vida fuera de Yucatán. Saben muy bien que nunca rendirán cuentas a los ciudadanos.