Una verdadera imprudente es la alcaldesa del municipio de Seyé, Yucatán, Lizbeth Cauich Puch, ya que en plena fase dos de la contingencia por el Covid-19 reunió a decenas de mototaxistas en el palacio municipal para entregarles una raquítica despensa, con productos de muy baja calidad.
La presidenta municipal panista convocó también a padres de familia y adultos mayores en medio de la fase dos de la emergencia sanitaria, lo que significa que el coronavirus se puede contraer de manera comunitaria.
Sin cuidar la sana distancia y rompiendo la prohibición de realizar reuniones, la polémica edil puso en riesgo a mototaxistas y adultos mayores, quienes representan el grupo más vulnerable en la actual contingencia sanitaria.
Además, en el citado evento nadie usó alcohol en gel, ni se lavaron las manos, y es que entre todos se repartieron las despensas con productos de muy bajo valor nutricional que repartió Cauich Puch.
Esperemos que no salga más caro el caldo que las albóndigas, o sea, que por recibir un despensa no salgan infectados los beneficiados.
Y es que la única medida que estableció la concejal para “reducir” el coronavirus fue dejar en tinieblas la localidad; lo único que va a lograr con eso es que los maleantes hagan de las suyas.