Coox virar: operó 10 años a favor del PRI pero ahora ya es panista
Este sujeto militó y operó más de 10 años a favor del PRI, pero se volvió panista y consiguió chamba en una administración del PAN
Fuente: REDACCION

Es gigantesca la lista de “veletas” que existen en Yucatán, es decir, personas que carecen de convicción política y que su filiación depende del partido que se encuentre en el poder.

Es el caso del ex priista Eduardo Cardeña, quien por más de 10 años presumía ser un orgullos priista, presumía a sus amigos políticos del PRI, pero como ese partido prácticamente está muerto ahora es panista.

Eduardo Cardeña fue colocado en una administración panista donde nadie sabe que hace. Su trabajo en el gobierno es un auténtico misterio. Nadie sabe cómo desquita el sueldo que sale de los impuestos de los yucatecos.

Y es muy curiosa está situación pues quienes lo conocen saben que por más de una década habló pestes del PAN, claro, porque ese partido era oposición.

Eduardo Cardeña es cuñado del ex diputado Ramón Salazar Esquer, quien obtuvo una curul en el Congreso del Estado hace varios años gracias al PAN, pero luego le dio la espalda a ese partido y se unió al PRI.

En el 2012 fue recompensado cuando el PRI lo nombró funcionario federal en su natal Valladolid. Vale la pena señalar que la hermana de Ramón, esposa de Eduardo Cardeña, también está acostumbrada a vivir de cargos públicos.

Durante su paso por el Congreso del Estado, Ramón Salazar recibió un exhorto por parte de todos los diputados para que respete a las mujeres, ya que presumentamente agredió verbalmente a una dama.

Regresando al tema de Eduardo Cardeña se sabe que era el cargabultos de priistas como Enrique Magadán y Roger Alcocer, quien lo colocó en el despacho del gobernador, en ese entonces Rolando Zapata Bello.

Cardeña caminó e hizo campaña a favor de todos los candidatos del PRI en varias elecciones.  De hecho fue parte de la plantilla de empleados de confianza de la bancada de diputados del tricolor.

Decía que nunca iba a ser panista, por eso sorprende que de buenas a primeras lo hayan colocado en un excelente puesto en una administración blanquiazul, cuando operó en contra de ellos.

Pero los panistas tienen fama de que reciben con los brazos abiertos a los priistas.

Dice el dicho: el traiciona una vez, traiciona dos veces.