Strippers se pusieron la ropa y buscaron trabajos formales para ganarse la vida
La pandemia del coronavirus ha destruido la economía de millones de personas alrededor del mundo. Quienes se dedican a la industria del entretenimiento, al ser considerada no esencial, han perdido su fuente de ingresos.
Fuente: REDACCION

La pandemia del coronavirus ha destruido la economía de millones de personas alrededor del mundo. Quienes se dedican a la industria del entretenimiento, al ser considerada no esencial, han perdido su fuente de ingresos.

Y en el giro del entretenimiento quienes han perdido cualquier forma de obtener ingresos son quienes se dedican al nudismo, conocidos como “strippers”.

Y es que la “tragedia” para los strippers ha sido doble, primero porque no tienen trabajo ya que los clubs nocturnos o “tables dance” están cerrados, y segundo porque no pueden entrenar pues los gimnasios en la mayor parte de México permanecen cerrados.

Conversamos con los dueños de dos gimnasios en el sur de Mérida, quienes nos informaron que los “strippers” que iban a entrenar tuvieron que aprender un oficio formal por primera vez en su vida.

Los propietarios de los gimnasios permitían que los desnudistas entrenaran gratis, ya que funcionan como “imán” para que más gente se inscriba en esos negocios.

Al principio, los “strippers” se deprimieron y vivieron uno o dos meses con sus ahorros. Luego, al darse cuenta que la pandemia iba para largo, empezaron a trabajar como lo hace todo mundo.

Algunos entraron a Uber, aunque también en el giro del transporte privado la situación es difícil, pues la gente solo sale de su casa para asuntos de real importancia, ya no a pasear como antes.

Otros entraron a trabajar como cargadores en supermercados, algunos más pusieron negocios de comida para llevar, como lo hizo medio mundo. La realidad es que prácticamente todos los que se dedican a desnudarse carecen de estudios profesionales, si tienen bachillerato es mucho.

Durante muchos años estas personas estaban acostumbradas a ganar miles de pesos en una noche enseñando su cuerpo. Al dedicarse a mostar “piel” se dormían a las seis de la mañana y se levantaban a las dos de tarde. Su única preocupación era entrenar duro en el “gym” para verse muy bien.

Ahora se tienen que levantar temprano para ganar 200 o 300 pesos al día, trabajando 9 o 10 horas en oficios en los que su imagen carece totalmente de importancia. Si son guapos o feos a nadie le importa.

La cruel realidad es que por la contingencia los “tables dance” o clubs nocturnos permanecerán cerrados muchos meses más ya que de ninguna forma son esenciales.

Asimismo, la gente no está realizando fiestas, despedidas de soltera (porque ni siquiera hay bodas próximamente) ya que cualquier reunión puede convertirse en foco de infección del coronavirus.

Se sabe que cantinas, bares, discotecas, casinos y otros negocios enfocados a mayores de edad tardarán mucho tiempo en volver abrir, sino es que mínimo un año más.

Así que quienes vivían mostrando “piel” aprenderán por primera vez en su vida a trabajar como lo hace todo mundo.