Angélica Araujo intensifica su precampaña para diputada
Sueña con ser diputada
Fuente: REDACCION

Cuando fue senadora por Yucatán la priista Angélica Araujo Lara nunca visitó a ningún ciudadano, ni siquiera a los militantes de su partido, hoy que aspira a ser diputada local se la pasa regalando cosas a la gente.

Como hacen el 99.99 % de los políticos, cuando estuvo en el poder cobrando 200 mil pesos al mes en el Congreso de la Unión Angélica Araujo jamás se acordó de la gente, nunca recorrió ni un solo municipio de Yucatán.

Lo único que hacía era acompañar al entonces gobernador Rolando Zapata Bello en algunas actividades públicas para salir en la foto; pero por su cuenta nunca se acercó a la gente para conocer sus necesidades.

Ahora que ya comenzó el proceso electoral y que aspira a ser diputada local por el distrito XV la ex alcaldesa de Mérida se la pasa en los municipios de esa demarcación regalando cosas; sin lugar a dudas el interés tiene pies.

Ayer la polémica ex presidenta municipal de Mérida compartió en sus redes sociales que obsequió un triciclo a una familia muy humlide.

Y escribió el siguiente mensaje: “Hoy, esta familia cuenta ya con un triciclo para repartir las tortillas que a diario elaboran a mano para ganarse la vida, pero también les servirá como medio de transporte y de carga en su comunidad. Con familias como ésta, que sin descanso luchan a contracorriente, nuestro compromiso es mayor y las acompañaremos para que sus esfuerzos rindan frutos para bien de sus hijos y nietos.”

De esta forma vemos como Angélica Araujo ya se convirtió en la nueva “madre Teresa de Calcuta”. Recordemos que cuando fue legisladora federal aprobó sin chistar todas las iniciativas del entonces presidente de México Enrique Peña Nieto: las reformas energética, hacendaria, educativa y todas las ocurrencias de ese señor.

Angélica Araujo era presidenta de la Comisión de Protección Civil en el Senado, pero cuando tembló en el 2017 en la Ciudad de México y varios estados más, en lugar de supervisar las fuerzas de protección civil de todos los órdenes de gobierno prefirió regresarse a su lujosa casa en el norte de Mérida y abandonar a los damnificados a sus suerte. Así de entregada con su pueblo es la arquitecta Araujo Lara.

Seguramente en caso de ganar la diputación local hará lo mismo: olvidarse de la gente que la llevó al poder.