Un verdadero desastre es el que ha dejado el alcalde Freddy Ruz Guzmán en Umán, y aún así aspira a ser diputado.

Pese a que tuvo la oportunidad de gobernar Umán en dos ocasiones consecutivas, el saldo de sus administración ha sido totalmente negativa: la ciudad está llena de baches, basura, maleza, oscuridad, moscos, etcétera.

Como suele ocurrir desde siempre, ya que nos encontramos en proceso electoral Ruz Guzmán empieza a realizar obras, aunque de muy mala calidad.

En otras palabras, Ruz está haciendo ahora lo que no quiso hacer en cinco años; siempre echándole la culpa a otros de su falta de compromiso con su municipio.

Al principio de su segunda administración responsabilizó a la Federación del recorte en su presupuesto; pero en su primera gestion tampoco dio un golpe a favor de los ciudadanos.

Es decir, lleva cinco años y medio cobrando exorbitante salario, pero nunca ha hecho algo que beneficie directamente a los ciudadanos, ya que él se la pasa en restaurantes de Mérida, o en su rancho.

Como no quiere soltarse de la ubre presupuestal desde hace un par de meses está de campaña tratando de limpiar su desgastada imagen.

Si el PAN quiere perder un distrito entonces lo postalará; si Acción Nacional tiene un auténtico compromiso con los yucatecos entonces pondrá a un candidato con reconocida trayectoria y con valor moral para pedir el voto.