Este mes Fernando Balmes Pérez cumple 30 años de cobrar en el Instituto Nacional Electoral (antes IFE).

Como si se tratara de un dictador o un líder sindical vitalicio, Balmes Pérez, quien es vocal ejectivo del INE en Yucatán cumple en enero tres décadas de vivir como rey a costa del erario.

Balmes Pérez inició su trayectoria al interior del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) en enero de 1991 cuando fue designado vocal ejecutivo en su estado natal, Campeche.

Ocho años después se fue a vivir a Yucatán, donde permanece inscrustado en la nómina, cobrando 161 mil pesos al mes; de hecho, su sueldo es más alto que el del presidente de la República.

Es muy paradójico que la institución que debe promover la democracia tenga funcionarios vitalicios, en lugar de abrir esos cargos a la sociedad y cambiarlos cada determinado tiempo. En ninguna dependencia pública existe una persona con 30 años en la nómina.

A pesar que está en edad de jubilarse, el campechano Balmes Pérez no planea hacerlo, porque quiere cobrar una millonada, un salario que jamás ganaría en la iniciativa privada.

De igual forma, goza de privilegios (prestaciones) que se traducen en cientos de miles de pesos, todo pagado con el sueldo de los ciudadanos.

Vale la pena recordar que el año pasado, con el pretexto de la pandemia, el INE en todo México no trabajó cinco meses, tiempo en el que los ciudadanos no pudieron tramitar su identificación oficial, sin embargo, todos los empleados de ese órgano cobraron sus sueldos completos.