La gran mayoría de los legisladores no donó ni un centavo de su sueldo a los ciudadanos que los eligieron.

Con honrosas excepciones, la mayor parte de los diputados y senadores no apoyaron en nada a los mexicanos.

Hace exactamente dos años todos suplicaban el voto a los ciudadanos, no les importaba caminar todos los días varios kilómetros a temperaturas superiores a los 40 grados.

Ahora que la gente necesita la ayuda de sus representantes populares nadie se para en las colonias, comisarías y municipios.

La gran mayoría de los legisladores locales y federales aprovecharon la pandemia para justificar su permanente ausencia del pueblo, pues “tienen que cuidar su salud”.

Y los plurinominales están más justificados pues como no fueron electos en ningún distrito, no tienen compromisos con nadie. Ellos solo cobran su sueldo y ya, los mexicanos se pueden morir de hambre.

Llama la atención el caso de los diputados federales plurinominales, quienes cobran al mes casi 200 mil pesos, como Dulce María Sauri Riancho, quien en estos últimos dos años no se parado ni por accidente en ninguna parte de su natal Yucatán.